La innovación en el sector lácteo requiere procesos cada vez más eficientes, seguros y adaptados a las nuevas demandas del mercado. Desde productos sin lactosa hasta mejoras en el perfil sensorial y la vida útil, la biotecnología enzimática permite transformar la leche en soluciones funcionales, limpias y rentables.
Enzima líquida altamente eficiente que convierte la lactosa en glucosa y galactosa,
permitiendo obtener productos completamente deslactosados menor al (<0.1%), sin
alterar el sabor ni la textura.
Su perfil optimizado funciona en frío o calor, lo que la hace ideal para
procesos industriales como pasteurización, tratamientos UHT o dosificación directa en
envase.
La quimosina es una enzima proteolítica clave en la fabricación de quesos, cuya función principal es
coagular la leche transformando la fase líquida en cuajada sólida. Actúa de manera específica sobre
la κ-caseína, hidrolizando el enlace Phe105-Met106 y liberando el glicomacropéptido, lo que permite
que las micelas de caseína se agreguen en presencia de calcio y se forme un cuajo firme, limpio y
uniforme, esencial para quesos de alta calidad.
Aunque la quimosina tradicional se mantiene
en denominaciones de origen y producciones artesanales que exigen autenticidad histórica, la
quimosina fermentativa representa una opción tecnológicamente superior, ya que solo corta un enlace
en la κ-caseína, reduciendo la proteólisis secundaria y con ello, el riesgo de amargor; además,
ofrece una calidad sin las variaciones propias de los cuajos animales, posee un amplio espectro de
aplicación (quesos blandos, semiduros, duros y frescos), está reconocida como enzima alimentaria
segura (GB1886.174-2016), es compatible con dietas vegetarianas, escalable para producción
industrial y facilita el cumplimiento de requisitos éticos, regulatorios y de mercado.